Pesan, te retienen, te anclan...
En la mayoría de ocasiones a lugares, personas, trabajos, y sentimientos que no pediste y te tocaron en la ruleta donde no tuviste la oportunidad de tirar.
Entonces, esa oscura cadena invisible se hace más fuerte que nunca y tira de ti, con su sombra sobre tus hombros para que no olvides que su peso sigue ahí.
Cadenas increíblemente largas a veces, sólo para darte la ilusión fugaz de que eres tú quien las manejas y controlas, como si nosotros mismos las montáramos, eslabón a eslabón como joyeros caprichosos. Pero es sólo eso, una quimera fantasma. No sabemos hacer cadenas.
Lo nuestro es crear lazos, más largos, suaves, dulces, y livianos, que sólo atan a quien se deja amarrar.
No pesan como una cadena y son fáciles de cortar con una simple tijera.
Yo no escribo tan bien:
Texto escrito por la autora del blog: http://blueheartsinking.blogspot.com.es